Leo en prensa digital que Xavier Dor, ha sido multado con 10.000 euros por mostrar zapatitos de bebé a una chica para que no aborte.
Siempre tenemos en el Hogar Nazaret, preparadas para regalar, cajitas envueltas con hermosos lazos, contienen zapatitos para recién nacidos.
El origen se remonta a dieciocho años atrás. Siendo capellán del cuartel de Loyola en San Sebastián, España, un soldado me pidió dinero para que su novia abortara.
Tuvimos muchas conversaciones, pero no conseguía disuadirle de sus planes.
Un día, al entrar en casa de mis padres veo la respuesta a tanta oración por aquellos padres, que en su ignorancia, desesperados, iban a realizar el execrable acto. ¡Mi madre estaba tejiendo unos patucos de bebé!
Al regresar al cuartel, ahí estaba en medio del patio mi buen amigo y le entregué el regalo. Al abrirlo me dijo:
—¿Esto es para mí? ¿Para qué me regala usted esto?
—Para que cuando mates a tu bebé y lo tengas que enterrar, le pongas sus zapatitos.
Rompió a llorar diciendo que él no era un asesino. Se acercaron sus compañeros, hubo opiniones poco agradables hacia mi persona.
A partir de aquel momento su novia, él y yo comenzamos a buscar soluciones.
El joven terminó su servicio militar.
Dos años después vino a visitarme, deshaciéndose en agradecimientos, llevaba en brazos un hermosísimo niño.
Cuando nos enteramos en el Hogar Nazaret que alguna mamá quiere abortar, iniciamos las conversaciones regalando unos zapatitos para su hijo.